La OIT define el empleo verde como: “aquellos puestos de trabajo que contribuyen a la conservación, restauración y mejora de la calidad del medio ambiente en cualquier sector económico”.
Muchos son los sectores que apuestan por la generación de empleos verdes, por ejemplo, el sector energético, la agricultura, reciclaje de residuos, etc. Paralelamente, son muy numerosos los puestos de trabajo generados entorno al desarrollo de esta nueva tendencia.
ANEPA, la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas, ha realizado un estudio en el que analiza los riesgos emergentes del empleo verde. En su análisis concluye que se pueden identificar algunos aspectos comunes a estos empleos que deben ser analizados y evaluados de forma individualizada. Entre otros, destaca:
- Posibles conflictos a la hora de equilibrar la balanza entre la consecución de los objetivos ambientales y las garantías sobre la seguridad y la salud laboral de los trabajadores/as.
- Falta de competencias profesionales en determinados sectores, asociada a la velocidad o inmediatez de los cambios en los procesos productivos
- Descentralización y redistribución de los procesos de trabajo
- Subcontratación de muchos procesos de trabajo
- Exposición simultánea a diferentes riesgos asociado a las multioperaciones
- Necesidad de combinar determinadas habilidades asociadas a la multicualificación
- Aplicación de nuevas sustancias, materiales y tecnologías
- El incremento de la complejidad y uso de las TIC, la fabricación automatizada y la robotización supondrá un incremento de la exposición a riesgos psicosociales.
Por tanto, el objetivo a conseguir será siempre el equilibrio entre el descubrimiento de nuevos empleos y la adecuada gestión de seguridad y salud de los trabajadores.